Hace poco, el pasado Viernes 21 de junio para ser exactos, se dió a conocer la nominación del Sr. James Brewster Jr. (“Wally”) como el nuevo embajador de los Estados Unidos de América para la República Dominicana. Nos parece raro que todavía no se haya puesto “el grito en el cielo” ni nadie se haya “rasgado las vestiduras” por semejante “pecado” (atención a las comillas).
“Wally” viene de Chicago, en Illinois, el mismo estado por el que Obama fuera senador antes de ser presidente. Desde el 2010 se desempeña como Socio Director en la firma de mercadeo estratégico SB&K Global, de la cual es fundador y antes de eso fue Vicepresidente de Mercadeo y Comunicaciones Corporativas de la General Growth Properties (GGP), una firma de fondos de inversión en bienes raíces, también con base en Chicago, donde había iniciado en 1996. Más temprano, ostentó posiciones gerenciales en varias firmas de bienes raíces en la ciudad de Dallas en el estado de Texas, según la Casa Blanca (detalles aquí).
Actualizado, 25-Jun-2013:
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Los protestantes protestaron primero – Evangélicos se oponen a embajador gay
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Publicación de la machacada Nota de Prensa – Dan relieve condiciones positivas del nuevo enviado EE. UU.
En lo concerniente a la vida profesional del Sr. Brewster, se puede colegir que nada de lo anterior permite catalogarla de extraordinaria. Tampoco se han suministrado referencias académicas de ninguna índole que nos permitan hacernos una idea de sus aptitudes para el cargo. Sin embargo, sí sabemos que el Sr. Brewster tiene incisivas influencias como dirigente para asuntos LGBT del Comité Nacional Demócrata y como miembro de la directiva del “Human Rights Campaign Fund”, una organización cabildera de los derechos de los homosexuales. También sabemos de su importante papel como recaudador en la campaña por la reelección de Obama en el 2012, a la que atrajo cientos de miles de dólares provenientes de la comunidad homosexual.
Entonces, ¿por qué nos envían a un diplomático que nunca ha sido diplomático y a quien en su vida pública se le (re)conoce básicamente por su activismo gay? ¿Se trata de un premio a un estelar recolector de fondos de la campaña electoral o es quizás un desquite o reprimenda geopolítica de los de Los del Norte? Me inclino por lo primero, porque compagina mejor con mi apreciación de la ignorancia exhibida por la actual administración demócrata en los menesteres vernáculos.
Brewster es el octavo embajador abiertamente gay en la historia de los EE. UU. y el primero para la región. En lo que va de este “Mes del Orgullo LGBT”, el presidente Barack Obama ha nominado otros cuatro funcionarios, abiertamente gays, en el servicio exterior alrededor del mundo, en consonancia con su política de promoción de los derechos de los homosexuales en el extranjero. Recordamos que sus intenciones habían sido ya declaradas en un connotado memorando ejecutivo por allá por diciembre del 2011 (Aquí la noticia y aquí el documento). Las instrucciones impartidas a las agencias federales y al Departamento de Estado reflejan la prioridad otorgada al asunto. Pero, mientras que para los nombramientos de funcionarios en otros países como los de Africa se antepuso la prudencia, con nosotros no parece haberse procedido con igual delicadeza. Difícilmente un halago. A nuestro entender, resulta contradictorio el descuido de las formas con el que se manejó la designación para nuestro país. La sencilla y genérica nota de prensa que lo acompaña es un botón de muestra.
Actualizado, 26-Jun-2013:
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Los católicos con su primer bate – Monseñor Cedano: es una falta de respeto enviar a un embajador gay
Si consideramos que oficialmente una nominación no equivale a una designación (existen ciertos requisitos con los cuales cumplir), es posible que los pataleos resulten extemporáneos, pero en la práctica ambos términos sí son lo mismo y nos encontramos solamente pendientes de un mero trámite que, de continuar su curso, pronto hará que las quejas y las críticas se eleven bien alto. Aún así, debemos estar claros: que nadie piense que nos están haciendo una maldad a nosotros, a quien el mal chiste habrá de resultar menos gracioso es, precisamente, al nuevo embajador y aunque nos viene bien practicar un poco de tolerancia, en el fondo el nombramiento lo que refleja es el desfase de la política exterior de Obama con la realidad actual de América Latina en general y con la nuestra en específico.
Los menos retrógradas respetarán el derecho que asiste al Sr. Brewster, por su mera condición humana, de procurar su felicidad eligiendo el estilo de vida que desee. Los más liberales proclamarán esas mismas prerrogativas. Mas en el caso que nos ocupa, no se trata de un simple homosexual declarado, sino de un activista de los LGBT. Los activistas o militantes promueven sus posiciones en procura de adeptos a sus causas particulares como si se tratara de “convertirlos” y cabe mencionar que provocador, propagandista, perturbador, proselitista, instigador y agitador son sinónimos válidos y reconocidos de activista. Las confrontaciones son, de entrada, incompatibles con la función diplomática y aquí no nos hace falta el ruido intempestivo de un debate traído por los moños, impuesto (pudiera ser) como parte de una agenda sempiternamente ininteligible. En términos más simples, ese es su trabajo y él lo hace muy bien, pero si lo envían para obligarnos a tratar un tema enlatado, su empresa esta condenada al fracaso.
Actualizado, 27-Jun-2013:
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Control de daños preventivo – James Brewster viene al país como embajador y no como activista gay, dice la embajada
En apego a la objetividad, aparenta más irritante la falta de experiencia previa de este individuo antes que sus preferencias sexuales, pero hay pocas posibilidades de que por el momento los líderes de nuestra política exterior se refieran a esa situación, aún si se llegaran a dar por enterados. La genuflexión disfrazada de tolerancia impondrá la mutis en ellos.
Si se confirma el nombramiento, el nuevo embajador se las habrá de ver feas en el seguro enfrentamiento con nuestras “autoridades religiosas” que estarán prestas a ridiculizarle, así como con muchos timados en su buena fe que se harán eco de ataques eufemíscos y con alguno que otro “bultero” que no tendrá ni idea del fondo verdadero del asunto. Todas estas situaciónes de seguro serán aprovechadas por nuestra prensa morbosa y prevaricadora para distraer la atención de temas realmente importantes. Todo esto haría que la esencia de la encomienda quedara irremediablemente diluida “anyway”.
Actualizado, 28-Jun-2013:
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Creen que les conviene y recurren al sofisma – Colectivo gay denuncia iglesias presionan para que el Estado rechace a embajador de EE. UU
Estaremos pendientes del enfrentamiento entre estos poderes fácticos (los gringos por un lado y las iglesias por otro), pero auguramos la futilidad del resultado aún con este novísimo elemento: las preferencias sexuales de un diplomático al vapor.