Cumpleaños

Hoy reconozco a la persona que me trajo aquí: mi madre. Ella me encargó (atento a ella y sin yo pedírselo), me dió la bienvenida (con todo el amor del mundo) y me encaminó (con paciencia y sin quejarse nunca) a ser lo que soy. Sin ella nunca habría habido cumpleaños y sin su trabajo y esfuerzo tampoco habrían sido tantos.

Hoy, al llegar a la supuesta “mitad” de mi vida (aunque les juro por mi madre que me siento enterito), por primera vez valoro más lo que tengo y pienso menos en lo que me pueda faltar.