Terminó la Semana Santa. Oficialmente 25 personas perdieron la vida durante el “feriado”. Una verdadera matanza en lugar de la pregonada reflexión, lo mismo que todos los años. Repito y grito: ¡lo mismo que todos los años!
Parece una cruzada inquisitoria. Los ritos y las costumbres (que no son más que eso) parecen una buena excusa para tomarse unos días de vacaciones pero, por donde quiera que se les quiera ver, no justifican la muerte de personas valiosas. Si no se tomara la religión como razón para imponer estos “días de fiesta”, nos ahorraríamos este mortífero desorden. Cada año la gente planifica su muerte. Aún a los más devotos se les oye decir con expectación “¿qué haremos para semana santa?”. Parecería que en lugar de libertad de cultos, lo que tenemos es obligación de muerte. ¿Entendido?, esto es lo que está sucediendo: los dominicanos nos estamos matando y muriendo por creencias religiosas.
Deberían ser las “autoridades” religiosas, los líderes “cristianos”, quienes promovieran la separación de sus celebraciones de la ocasión para el fallecimiento de tanta gente. Pero parece que es demasiado pedir que tengan un poco de sentido común. Si alguien quiere celebrar creencias, ¿es realmente necesario que se nos exponga a todos a semejante riesgo? No me digan que el que se mata es porque no se quedó tranquilo “reflexionanando”, igual se muere. ¿Quieren los cristianos, que asumidamente valoran la vida humana, que nos sigamos matando y muriendo en semana santa? Parece que la responsabilidad social de los líderes religiosos no está contenida en sus ritos o en sus sapientísimos lineamientos.
Ni siquiera entraré en detalles de los costos económicos derivados del consumo de alcohol, los dichosos operativos o las secuelas de los accidentes para los sobrevivientes, eso iría para muy largo. Sin embargo, me pregunto: ¿Hasta cuándo estaremos matándonos por una supuesta celebración? ¿No pueden celebrar sin tomar carretera? ¿No pueden reflexionar y trabajar al mismo tiempo? Hay que suprimir la semana santa o por lo menos el maldito feriado que solamente trae muerte y tristeza a todos.